lunes, 26 de enero de 2015

Por qué los medios oficiales guardan silencio sobre Islandia

 ¿Has oído hablar de lo que pasó en Islandia? Probablemente no. ¿Sabes por qué no lo has oído? Porque en 2010 en Islandia hubo una revolución, absolutamente pacífica, pero no menos "revolucionaria" que otras. La que también demostró lo "peligroso" que es cuando "los procedimientos democráticos", de los que tanto les gusta hablar a los liberales, son controlados por la mayoría, no por la minoría como de costumbre. Por eso este buen ejemplo se silencia por los medios del mundo, literalmente desaparece. Porque lo último que los poderes del mundo desearían es que realmente el ejemplo de Islandia se convirtiese en un modelo para otros países. ¿Qué ocurrió?

Sucedió inesperadamente después de 5 años de prosperidad asegurada por la economía neoliberal "más eficaz", construida sobre el hecho de que en 2003 se privatizaron todos los bancos del país, y con el fin de atraer a los inversores extranjeros, practicaban la banca en línea, que con un costo mínimo daba un rendimiento relativamente alto.

Islandia “iba muy bien” de punto de vista neoliberal pero allí estaba, como de costumbre, una advertencia: cuando más inversiones atraían los bancos - más rápido crecía su deuda externa. En 2003, la deuda de Islandia se situó en el 200% del PIB, y en 2007 ya era 900%. La crisis financiera mundial de 2008 ha sido un golpe brutal para la "pujante" economía islandesa. Los tres principales bancos del país: Landbanki, Kapthing y Glitnir derrumbaron y fueron nacionalizados, y la corona ha perdido 85% de su valor frente al euro. Al final del año Islandia se declaró en bancarrota.

Y entonces los islandeses se acordaron de que Islandia es un país democrático. Pero primero decidieron confiar en la democracia "normal", es decir representativa. Pocos meses después de la caída de los bancos los islandeses salieron a las calles para protestar contra los banqueros que causaron la crisis, y los políticos ignorantes que han permitido su desarrollo. Múltiples protestas y disturbios, finalmente obligaron al gobierno a dimitir.

Las nuevas elecciones se celebraron en abril de 2009 y llevaron al poder la coalición de izquierdas, que, por una parte, condenó de inmediato el sistema económico neoliberal, pero por otro lado, igual de inmediato se rindió a la demanda del Banco Mundial y la UE de pagar las deudas de los bancos islandeses, en total de unos 3.500 millones euros.

Esto significaba que cada residente de Islandia durante 15 años tendría que pagar mensualmente unos 100 €, para pagar las deudas de unos particulares (propietarios de los bancos) a otros particulares.

¡Eso fue demasiado incluso para los pacíficos y pacientes islandeses! La idea de que los ciudadanos tengan que pagar por los errores de los financieros particulares, que todo el país debe ser condenado a pagar una deuda privada, era tan inaceptable que dio lugar a una nueva ola de protestas masivas que literalmente obligó a los líderes de Islandia tomar el lado de la mayoría. Como resultado de ello, el presidente Ólafur Ragnar Grímsson ha vetado la ley, ya aprobada por el Parlamento, que haría a los ciudadanos responsables de las deudas de los bancos, y acordó celebrar un referéndum.

La reacción de la “comunidad internacional” ha sido inmediata y previsible. Islandia se encontró bajo una presión sin precedentes. Gran Bretaña y Holanda amenazaron - en el caso del impago de las deudas bancarias islandeses - con las duras sanciones económicas, hasta el total aislamiento del país. FMI amenazó con privar el país de cualquiera de sus ayudas. El gobierno británico amenazó con congelar los ahorros y cuentas corrientes islandeses. Pero los islandeses no sucumbieron ante la presión, y el Presidente Grimmson lo expresó de la siguiente manera: "Nos dijeron que si no aceptamos las condiciones de la comunidad internacional, nos convertiremos en el norte de Cuba. Pero si nos rendimos, seremos el norte de Haití".

El referéndum se celebró en marzo de 2010. Los islandeses decidieron no devolver el dinero a los acreedores extranjeros - el Reino Unido y los Países Bajos - el 93% de los participantes votaron en contra del pago de la deuda bancaria. FMI inmediatamente congeló los préstamos. Pero los islandeses han sido imparables. Se iniciaron investigaciones civiles y penales contra los responsables de la crisis financiera. Interpol emitió una orden internacional de arresto para el ex presidente del banco Kaupthing Sigurdur Einarsson, banqueros y otros, también involucrados en el accidente huyeron del país.

Pero eso no fue todo. Los islandeses decidieron adoptar una nueva constitución que liberaría el país de la potencia de las finanzas internacionales y del dinero virtual. Decidieron escribir una nueva Constitución ellos mismos, todos juntos. ¡Y funcionó! Proyecto de Ley Fundamental fue escrito por 950 ciudadanos comunes elegidos arbitrariamente (por sistema de lotería) por los miembros de la Asamblea Nacional.

Para finalizar la nueva Constitución, el pueblo de Islandia eligió (ya en las elecciones), el Consejo Constitucional, compuesto de unos 25 ciudadanos, la gente común que fueron elegidos entre 522 adultos que no pertenecen a ningún partido político, cada uno de los cuales fue recomendado por al menos 30 personas. El Consejo ha utilizado el sistema de crowdsourcing - el acceso de todos los ciudadanos a su trabajo. Los comentarios llegaban por "Facebook", "Twitter" y hasta "YouTube". En total, el consejo recibió sobre 3.600 comentarios y 370 enmiendas a la Constitución.

Por lo tanto, como consecuencia de los factores objetivos y subjetivos, la mayoría sorprendentemente resultó la dueña de la situación. Y el resultado superó las expectativas. Y tanto que desde hace más de 4 años, los medios de comunicación más importantes del mundo guardan un elocuente silencio sobre el resultado del referéndum nacional de Islandia y la aprobación de la Constitución popular.

Bueno, ¿entiendes? Faltaba permitir a la mayoría la elaboración y aprobación de la Constitución y las leyes constitucionales, y en lugar de la privatización como una panacea para todos los males de la economía , se procedió a la nacionalización de los recursos; en lugar de un secreto del Estado - la transparencia; en lugar de la democracia representativa - los elementos de la democracia directa.

¿Y qué va a pasar si el ejemplo de Islandia tomarán otros países a los que, igualmente, se les ofrece la privatización como la única solución de todos los males? ¡Da miedo pensar! Por eso los medios de comunicación mundiales, que igual que los gobiernos y los parlamentos, representan los intereses de la clase dominante, pretenden que no pasó nada.

Pero para todos los que están más cerca de los intereses de la mayoría y que se preocupan por la democracia verdadera, la historia de Islandia es una lección. Lección de la mayoría organizada. La democracia directa. La aplicación efectiva de los derechos de la mayoría. Legislación popular y los gobiernos nacionales. Todas las cosas sin las cuales la verdadera democracia no es posible en principio.


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